poludio

poludio

22.3.09

había visto suficientes porquerías,
habían dejado de gustarle casi todas las cosas.
había vulgarizando deseos más puros
las cosas empezaron a andar mal y después a empeorar.
o primero a andar mal, después a empeorar.
no importa.
esa lectura lo intoxicó durante años, lo afeó.
del parche tirante del bombo
nació un pecho lleno de bebé
con todos los pensamientos que nacen
de la funeraria idea de la muerte.

casi la queda.
en lo gubernativo
ahora su hermana lo cuida y lo disfraza,
le compra ropita en Bensimon
que él se pone obedientemente
por la humana cabeza o las piernas de langosta,
a veces
de camino a la estación se da cuenta en alguna vidriera,
le queda como el orto

la muerte con lucidez no entra,
entrará con un cuadro de embotamiento,
que como bebé para durar despierto
se frota los ojos sin logro ni efecto.

pero eso tampoco le importa.