Me la encuentro a Madonna en el bar de la esquina
Está tomando una Quilmes y leyendo el Clarín
(la peor de las combinaciones imaginables...)
Me enojo mentalmente con ella
y en vez de tirarle los perros
"¡qué hacés!" le digo, juntando los dedos de la mano derecha
chicas enérgicas, vivaces,
movedizas,
para que se queden quietas
que dan ganas de clavarlas
chicas que quieren ser libres
como el mercado
odian la pauta oficial
chicas que te aconsejan inocentemente:
"si la amas, dejala libre"
si no puede ser tuya, destrúyela,
piensa Williams Burro.
como el poeta taciturno,
busca indicios de vida en la muerte.