poludio

poludio

9.11.12

el sismógrafo

Williams Burro pone uno y se caen dos. Pone los ojos en blanco. Desiste y se sienta a la mesa a descansar. Vive en un sauna de tres ambientes y el día promete un emplaste de aceite tibio en las rodillas. Mira la llama que tiembla en el calefón. La llama azotada por el chiflete que se cuela a través de la ventana. El olor a comida casera y el llanto de bebé que llegan por el pasillo del edificio le confieren al cuadro de su vida un aspecto trágico y a la de los demás el de una comedia desgraciada.