VIII
¡Divinus Deus!
Después de escuchar el relato de lo sucedido
abandoné mi solariega mansión de intemperie.
Ante la falta de consenso
y el terremoto político ...
ocasionado por las consabidas delaciones
de mis bases sociales
concerté una reunión fuera de agenda.
En un clima de confianza
puse sobre la mesa de negociación signos inequívocos
de un alto el fuego permanente
del fin de la aventura armada
del menor vestigio de violencia
junto a la unificación del discurso frente a la tropa.
Pero así como todo relato que se escribe de una sentada
no es relato sino una
deposición
después de mi comparecencia ante los líderes regionales
y los reacomodamientos entre las fuerzas políticas locales
nos pusimos de pie
y partimos a retomar el poder.