poludio

poludio

1.3.15

XXI
Mirá Ishiguro –le advertí–
ciertos esquemas verbales
cristalizados en palabras incoherentes
están penados con la muerte.
Yo andaba con muchos problemas.
No era joda esto.
Las disensiones empezaron a escindir
las filas del movimiento
centrado entorno de un dogma
y de la idolización del jefe.
Si las heladas quemaban la producción de berenjenas
lechuga criolla zapallito redondo
se ponía en peligro el autoabastecimiento de la población.
Vi durante la crisis
que los empobrecidos vecinos arrinconados por la miseria
la ambición
acuciados por deudas u otros imponderables
cedían terreno al lucro
a la especulación.
Abrían un agujero en la pared
afloraba un kiosco en el living
iban robando de a diez centavos
a los vecinos devenidos en clientes
siempre a cambio de algo que no necesitaban.
Después si alguno moría
le chupaban los tejidos blandos.
Cuando quise apelar al apoyo popular
me di cuenta de que todo estaba perdido.
Con qué virulencia se negaban los inútiles
obnubilados por el euro el oro el propóleo…
¿y mi postergada vida sexual?
Con motivo del aniversario de la muerte de Sandro
trescientas mujeres lo aclaman
revoleando bombachas
por encima de sus cabezas.
Para el mío, nadie.
Donnadie.