poludio

poludio

11.2.15

III
Al despertar
mi amigo y fiel discípulo
había mutado Coronel Golpista
cambiando el color de las armas para sobrevivir en su nuevo entorno.
Su raid contó con el aval de un cura ...
que no tiene cura.
Limadas las asperezas entrambos
aprendí a temerles por su capacidad de
movilizar a los antiguos cuadros.
Quise comprarlos para sacarlos de escena
pero
de la noche a la mañana
habían puesto a todos en mi contra.
En el creciente apoyo que vinieron cosechando
sucumbió hasta mi escudero:
un indio transculturizado
que bajó de Paraguay con un taparrabos
masticando palabras como si tuvieran aire.
Ganas de ensartarme tenía.
Los mestizos a mi cargo
se volvieron nacionalistas étnicos
fui perseguido por un batallón racialista de paramilitares.
Hasta el mono de la cruz incaica
que ilustraba y lustraba el estandarte
quería usarme para practicar el acto conyugal
cumplir con sus deberes maritales
perpetuar el suborden de los simios.
Hui en motocicleta.